sábado, 21 de marzo de 2009

La muerte de los periódicos


La muerte de los periódicos
¿Nos sorprende que el producto esté en declive?
Para los periódicos estadounidenses, algunos de los cuales han sido gigantes de la industria durante generaciones, ésta es la Edad de Ragnarok. En la mitología nórdica, Ragnarok marcó la destrucción del universo, cuando los dioses cayeron del cielo, Asgard.
Durante muchos años, los periódicos han sido semilleros del jardín de la información. Aunque parece que fueron amenazados por las nuevas tecnologías de radio y televisión, esto era más de apariencias que de realidad, porque los dos medios contaron con datos descubiertos por los intrépidos, aunque poco conocidos, reporteros.
Pero ahora estamos en la Edad de Internet, un medio que ha sido explotado con éxito por un sólo periódico, el Wall St. Journal.
Esto, agregado a una circulación más baja y la huida de anunciantes hacia la red, es un pájaro de mal agüero para los periódicos.
En días recientes, tanto el San Francisco Chronicle como el Philadelphia Inquirer se han visto obligados a enfrentar el dilema de la quiebra.
Hace solo una semana, el Rocky Mountain News de Denver, Colorado cerró sus puertas después de un siglo y medio de operaciones. En septiembre del 2006, este periódico reportó una tirada de más de 250,000. Pero la clave no es la circulación, sino la publicidad – y la publicidad huye en masa.
En efecto, hace alrededor de 2 años, el ejecutivo de una empresa de investigación mediática dijo que algunos periódicos no buscaban una tirada más grande. Por lo contrario, buscaban una base de circulación más pequeña, pero más rica.
Colby Atwood, el jefe de Borrell Associates, le dijo a un reportero del New York Times que una “red de distribución de calidad” es preferible a una “de cantidad”, y que habían tomado una “decisión racional de negocios” para “deshacerse” de los suscritores que cuestan más y generan menos ingresos”. *
Cuando los periódicos intencionalmente se deshacen de unos suscritores, se están degollando en búsqueda del oro de tontos.
Y aunque la mayoría de los artículos no lo mencionan, sigo convencido de que los periódicos se están muriendo por otro motivo. En tiempo de guerra, cuando los lectores necesitaban de sus servicios, muchos periódicos simplemente buscaron dinero fácil, poniéndose al servicio de los intereses del poder, y no al servicio de las necesidades de la gente. La mayoría de los periódicos vendieron la línea del presidente porque temían ser considerados desleales en tiempo de guerra y, por eso, perder suscritores.
De todas maneras, perdieron lectores porque la gente no pudo creer lo que leía en blanco y negro.
De hecho, antes de la guerra en Irak, algunos ejecutivos de noticias avisaron a su personal que NO pudieron mostrar fotos digitales de las bajas civiles de la guerra de Afganistán. Un memo les ordenó a los reporteros restar importancia "de este tipo de historias.*
¿Y nos sorprende que el producto esté en declive?
Desde el corredor de la muerte, soy Mumia Abu-Jamal.
--(c) '09 maj
[Sources: *Perez-Pena, Richard, "Why Big Newspapers Applaud Some Declines in Circulation," New York Times, Mon., Oct. 1, 2007, p. c1.:
*Johnson, Chalmers, NEMESIS: The Last Days of the American Empire (Metropolitan Books: New York, 2006), p.30.]
Escrito el 1 de marzo 2009

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